CRÉDITOS

ERANDI FLORES

Análisis y visualización

WILLANT GOMARI

Investigación y texto

DANIEL GÓMEZ

Desarrollo web y visualización

MARIANA LÓPEZ

Diseño de información

OLIVER MORALES

Coordinación y edición

METODOLOGÍA

La intensidad del robo de celulares en la Ciudad de México se analizó para las alcaldías y los distritos de movilidad, donde se propuso como medida de comparación la siguiente tasa por cada 100 mil personas: el número de carpetas abiertas por robo de celular a transeúnte entre el número de personas que llegan más las que viven en la alcaldía o distrito respectivamente. Ésto con la finalidad de evitar los sesgos causados por la densidad poblacional y el flujo de personas.

En el análisis se utilizaron las carpetas de investigación de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la Ciudad de México abiertas por delitos de robo de celular a transeúnte con y sin violencia entre enero de 2015 y junio de 2019, los datos de la Encuesta Origen Destino (EOD) en Hogares de la Zona Metropolitana del Valle de México 2017 así como los datos de la población a nivel manzana de la Ciudad de México en 2010.

FUENTES

Carpetas de investigación-PGJ

Consultado el 17 de julio de 2019

Encuesta Origen Destino-INEGI

Consultado el 22 de julio de 2019

Censo de población 2010-INEGI

Consultado el 17 de julio de 2019

LA DINÁMICA DEL ROBO:

CELULARES

¡CAMINA, CAMINA Y VETE A LA CHINGADA, Y SI VOLTEAS TE DAMOS UN PLOMAZO!

Hace algunos años tuve la mala fortuna de sufrir uno de los tantos asaltos que ocurren en la Ciudad de México. Caminaba en la Av. Juárez, justo enfrente del Palacio de Bellas Artes, cuando de repente dos sujetos desconocidos se me acercaron y uno de ellos dijo: “¡Si haces alguna pendejada o corres te trueno!”, mostrándome rápidamente una pistola que traía debajo de su chamarra, mientras que el otro me marcaba el paso hacia donde debía dirigirme.

Recuerdo que caminamos a lo mucho unos 200 metros por la calle Dolores.

-¡Tu celular, rápido, dame tu celular! -me dijo uno de los asaltantes en el trayecto. Y en seguida, el otro agresor agregó:

-¡Dame tu cartera, la cartera! -y al ver que no traía cartera y solo una mochila llena con libros, me señaló con un ademán la calle y dijo:

-¡Camina, camina y vete a la chingada, y si volteas te damos un plomazo! -a lo cual obedecí, pues temía por mi vida.

Este fue un acontecimiento que se me quedó grabado en la memoria por un largo tiempo, ya que fue el primer asalto que viví en la Ciudad de México (soy de Chiapas). Afortunadamente no sufrí daño físico pero sí tuve muchos sentimientos que se apoderaron de mí, como el miedo, el coraje, la desilusión y la desesperación de no poder hacer nada, absolutamente nada, a pesar de la concurrencia del lugar y de la cantidad de agentes policiales que ahí se encontraban.

Fue tal la impresión, que aún tiempo después del robo seguía recordando aquel amargo suceso. Me surgían preguntas como: ¿Cuántas personas, sin poder hacer nada, son despojadas de sus pertenencias?, ¿cuántos celulares son robados todos los días?, ¿qué pasa con la seguridad en esta ciudad?.

En La Data analizamos los datos de las carpetas de averiguación de la Procuraduría General de la Ciudad de México (PGJ-CDMX) para dar respuesta a estas preguntas y entender la dinámica bajo la que opera este tipo de robo. Me sorprendió descubrir que en 2013, mismo año en el que me asaltaron, el robo de celulares comenzó a aumentar drásticamente, ahora se encuentra entre los delitos que más ocurren en la capital del país (ENVIPE 2011-2018). Además, es uno de los delitos que está afectando directamente la economía de todos los habitantes que llegan y viven en la ciudad, puesto que el celular se ha vuelto el objeto más valioso que una persona trae consigo (en algunos casos puede alcanzar precios sumamente caros entre los 4 mil y 20 mil pesos) y un accesorio básico para el desarrollo de la vida cotidiana.

Declaraciones de Salvador Guerrero, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la CDMX, señalan que en 2018 fueron robados 1,972 celulares por día, lo cual provoca un daño patrimonial de 9 millones 800 mil pesos diarios; botín que los delincuentes han llevado a sus bolsillos.

El robo de celular es un delito que se tiene que erradicar, denunciar y prevenir; no solo afecta directamente la economía de las personas, también pone en riesgo sus vidas. Además, la información personal y la identidad puede ser usurpada y utilizada para cometer otros delitos. Por ello, se vuelve importante entender dónde, cuándo y a qué hora sucede el robo de celulares y qué se está haciendo para aminorarlo, situación que nos dimos a la tarea de averiguar.

EL ROBO EN DATOS

Si bien el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la CDMX estimó que en 2018 ocurrieron cerca de 720 mil robos de celulares, advirtió que solo el 1% de estos fueron denunciados. Esto es preocupante, significa que se ignora la verdadera dimensión del problema, es decir, se desconoce lo qué ocurrió con el 99% de los robos. Las cifras de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) mostraron que en el 2017 esta cifra negra era del 91.3%.

Por otro parte, las denuncias registradas en las carpetas de averiguaciones de la PGJ-CDMX, revelaron que entre el 2015 y 2018, el robo de celular fue uno de los delitos más frecuentes y uno de los que más ha aumentado considerablemente: pasó de registrar 210 robos de celulares con violencia en enero de 2016 a 1357 en octubre de 2018 y de 179 robos de celulares sin violencia a 810 en mayo de 2018.

SE ESTIMA QUE EN LA CDMX FUERON ROBADOS 720,000 CELULARES EN 2018

ROBO EN LA CDMX

ROBO CON VIOLENCIA

De enero de 2016 a octubre de 2018, los robos de celulares con violencia aumentaron 550%. En en este mismo periodo (2016-2018) el INEGI a través de la encuesta ENDUTIH estimó que el número de usuarios de teléfono celular inteligente “smartphone” con conexión a internet pasó de 5.02 millones a 5.75, esto es, un aumento del 14.5%.

ROBO sin violencia

En cambio, de enero de 2016 a mayo de 2018 los robos de celulares sin violencia aumentaron 390%. Un porcentaje menor al del robo con violencia, pero aun con un crecimiento elevado.

No obstante, a finales de 2018 las cifras por robo disminuyen abruptamente, lo cual podría hacernos creer que por fin este delito está desapareciendo. Pero esto no es cierto, ya que de acuerdo con lo publicado el 23 de octubre de 2018 en el periódico El Universal (No sólo es estadística ), el Observatorio de la Ciudad de México (OCMX) detectó a finales de 2017 una tendencia irregular en las cifras oficiales de robo a transeúntes. Para aclarar esta situación, la nota señala que el 8 de agosto de 2018 la PGJ-CDMX respondió que esto se debía a una reclasificación del delito de “robo de celular” hace 10 meses, donde éste se quitó de robo a transeúnte y se agregó a “otros robos”, lo que podría explicar la reducción abrupta en la tendencia del robo de celular.

Pero, ¿cuántos de estos delitos de robo a celular estaban en la categoría de otros robos? La publicación señala que la PGJ-CDMX estimaba aproximadamente un 25% del total. Sin embargo, al corroborar esto mediante la solicitud de información con folio 0113000581418, la procuraduría respondió: “Con la clasificación requerida por el Secretariado Ejecutivo del SNSP, y la homologación con la norma nacional técnica del INEGI, este delito no se desagrega a partir del mes de noviembre de 2017. Por lo anterior este delito ya no se desagrega, de forma particular y se anexa en otros robos, a partir del mes de noviembre de 2017”. Lo cual, según la publicación, era un argumento falso, ya que dicha clasificación fue una decisión tomada solamente por la PGJ-CDMX.

A principios abril de 2019, el director del Observatorio Nacional Ciudadano, Francisco Rivas, declaró en entrevista a Noticias MVS que, aparentemente la actual administración ya se encontraba clasificando correctamente el delito por robo de celular; situación que, hasta la fecha, no se ha logrado reflejar en las cifras.

A pesar de la ambigüedad, no todo está perdido; con los datos registrados es posible obtener resultados que nos permiten entender algunos patrones espaciales y temporales acerca del robo de celulares en la CDMX.

DÍAS Y HORAS

De acuerdo con las carpetas de averiguación de la PGJ-CDMX, de enero de 2015 a junio de 2019, las denuncias por robo de celular a transeúnte sumaron un total de 44,079, de las cuales 25,811 fueron con violencia y 18,266 sin violencia. Al analizar los patrones temporales de los datos se encontró que los horarios más comunes en que se cometió el robo fueron 8 am, 3 pm y 9 pm. En cambio, los días con mayores robos fueron lunes y viernes; y con menos robos, el fin de semana.

¿Cuándo y a qué hora?

Robo de celulares por hora

No. de carpetas abiertas de 2015 a 2019

Robo de celulares por día

No. de carpetas abiertas de 2015 a 2019

A partir de estos datos es posible observar que existe un patrón muy claro en los horarios en los que se comete el robo de celular, el cual ocurre en la horas de mayor movilidad en la ciudad, cuando la mayoría de las personas se dirigen a trabajar (o a estudiar, en algunos casos), las horas en que salen a comer o regresan a casa después de la jornada laboral.

Por otro lado, existen algunas diferencias respecto a los robos con violencia y sin violencia. Por ejemplo, en la noche -que es cuando se realizan la mayor cantidad de robos de celulares y por ello es el horario más peligroso- los robos con violencia ocurren con más frecuencia alrededor de las 8pm y 9pm, mientras que los robos sin violencia suceden entre las 6pm y 7pm. Una hipótesis del por qué de esta diferencia de horas -en las dinámicas de violencia y no violencia- podría responder a que el horario de las 6pm y 7pm es más cercano a salida de los trabajadores, por lo que las personas todavía se encuentran concentradas en multitud, en calles o caminos a los alrededores de sus lugares de trabajo, en paradas de transporte o estaciones de metros o metrobus, donde los asaltantes aprovechan esa multitud y “caos” para actuar de manera sigilosa y sacar de la bolsa del pantalón del transeúnte o de la bolsa de mano o mochilas el celular, sin que nadie se de cuenta, lo que amerita mayor agilidad y no tener que usar la violencia, pues de lo contrario, se verían vulnerables ante la cantidad personas o transeúntes que actuarían contra ellos.

En cambio, cuando dan las 8 o 9 pm, las personas podrían encontrarse más cerca de los puntos finales de sus rutas, cerca de sus casas, con menos transeúntes, por lo que es más fácil para el ladrón someter a grupos pequeños o a alguna persona con alguna arma punzocortante o de fuego.

Otra hora relevante es la de las 8 am, en ese lapso sucede el mayor pico de robos de celulares de la mañana, se tratan de robos sin violencia y coincide con la hora en que la mayoría de las personas se dirigen a trabajar. En ese lapso hay una multitud de gente transitando las rutas de transporte, por lo que, el asaltante -al igual que el caso de las 7pm y 8pm- podría actuar de manera sigilosa. Una hora más temprano (7am), cuando las personas están saliendo de sus casas, el número de robo con violencia es mayor, lo que podría indicarnos una dinámica similar a la del horario de las 8pm y 9pm. Aunque, es importante aclarar que, lo anterior es una aproximación, ya que los recorridos y los tiempos de traslados son muy variados entre las personas.

Respecto al patrón observado por días, encontramos que el lunes y el viernes son los días en los que ocurren la mayor cantidad de robos de celulares, en tanto los fines de semanas son los días con menos robos, siendo el domingo el día más bajo. Al ver la dinámica de robos de celulares con violencia o sin violencia, se observa también una diferencia notable. Los robos de celulares con violencia presentan la misma tendencia de lunes a viernes, por el contrario, los robos sin violencia sufren una tendencia a la alza, de lunes a viernes, llegando a su máximo el viernes. Esto podría deberse a que es uno de los días más recreativos y con los mayores flujos de transeúntes, pues las personas salen a divertirse después de una intensa jornada laboral o escolar, situación no desaprovechada por los ladrones. Luego, en en el fin de semana, los robos disminuyen: son días en que la gente suele descansar o moverse menos en la ciudad.

EXISTE UNA RELACIÓN ESPACIAL ENTRE LA INCIDENCIA DELICTIVA Y LOS CAMINOS Y RUTAS DE TRANSPORTE

LUGARES

Otra de las preguntas que necesitamos responder para entender el fenómeno es ¿en dónde ocurre el robo de celulares en la CDMX?, su respuesta es crucial si se quieren diseñar políticas públicas de seguridad que busquen prevenirlo y combatirlo.

Los patrones espaciales, según la teoría del delito, descrito en el trabajo La distribución espacial del robo a transeúntes y el contexto socioeconómico en tres delegaciones de la Ciudad de México de César M. Fuentes y Omar. A. Sánchez, no podrían atribuirse o explicarse por una única causa, puesto que existen patrones observables que pueden ser interpretados por diferentes razones: el contexto de las personas que roban, la ubicación y las características de las personas objetivos; el sitio y la situación que rodea a estas personas objetivo; etcétera. En este sentido, los autores mencionan que ningún modelo puede explicar el delito en su totalidad, sin embargo, subrayan que existe una relación espacial de la incidencia delictiva con las variables sociodemográficas, las fronteras y el uso de suelo (zonas comerciales, zonas industriales, zonas de entretenimiento...). Además, los victimarios buscan a las víctimas en función de su actividad personal, es decir, en donde pasan la mayor parte del tiempo: la casa, el trabajo, la escuela, o los centros comerciales y de entretenimiento, así como las calles o los caminos que utilizan para trasladarse de un lugar a otro y llegar a sus destinos habituales.

Es por todo lo anterior que las tasas de incidencia delictiva por robo de celular (la cual se definió como el número de carpetas de averiguaciones por cada 100 mil personas que habitan y llegan en una área determinada) muestran diferentes patrones espaciales en cada una de las alcaldías de la Ciudad de México.

ROBO DE CELULARES

Tasa de robo de celulares por hora

No. de carpetas abiertas entre cada 100 mil personas que habitan y llegan a un distrito

Si consideramos ambos tipos de robo de celulares (con violencia y sin violencia) , la alcaldía Cuauhtémoc presenta la mayor tasa de incidencia delictiva, con 289 carpetas abiertas por cada 100 mil habitantes, seguido de la alcaldía Benito Juárez, con 233, y Azcapotzalco con 183.

Ahora, cuando la incidencia delictiva por robo de celular ocurre con violencia, esta se extiende a la periferia de forma considerable. Por ejemplo, Iztacalco presenta 117 carpetas abiertas por cada 100 mil habitantes, Miguel Hidalgo, 86; Álvaro Obregón, 81; Iztapalapa, 72; Coyoacán, 55; y Venustiano Carranza, 51.

En cambio, cuando la incidencia delictiva por robo de celular ocurre sin violencia, solo aparece Iztacalco, con 65; Miguel Hidalgo, con 54; y Venustiano Carranza, con 51; lo cual nos muestra un patrón espacial diferente entre las dos dinámicas.

DINÁMICAS ESPACIALES

Estas diferencias en las dinámicas espaciales podría deberse también a que existen lugares donde el robo con violencia y sin violencia tiene más posibilidades de realizarse o no, lo que conforma fronteras invisibles que generan espacios diferenciados y que son creados socialmente.

Por ejemplo, si tú entras a una plaza, puedes comer, divertirte, comprar lo que quieras, siempre y cuando tengas dinero para eso. Entonces, ahí estás seguro, hay vigilancia y si alguien hace algo indebido y asalta con un arma pues ya rebasó la línea; se le captura o se le mata, y se le hace ver que ahí no se puede, es una plaza y no está normalizado asaltar o violentar, más bien está normalizado que la gente se sienta segura. Pero es un lugar cerrado, aislado de la violencia y de la desigualdad del mundo. Lo mismo sucede si un ladrón entra a robar a Santa Fe, a una zona rica, donde la seguridad va de la mano de los servicios de seguridad privada. En cambio en las periferias y zonas vulnerables, los policías pocas veces llegan a auxiliarte, y cuando llegan no pasa nada, a nadie le interesa y no lo investigan. Por eso en la periferia es más fácil un asalto a mano armada.

La policía tendría que hacer algo, tendría que haber una presión social para que los ladrones no hagan lo que quieran. En el metro, el metrobús y en las zonas de interés público, si bien ahí un asalto armado es un escándalo y no es aceptado, el robo silencioso y sin violencia, es tolerado, situación que se ha normalizado en estos espacios.

No hay que olvidar también que el robo de celulares podría estar asociado a otras circunstancias como la pobreza o la desigualdad, las actividades económicas, etcétera.

Es importante subrayar que tanto las alcaldías Cuauhtémoc, Benito Juárez y Azcapotzalco, que aparecen con las mayores tasas de incidencia delictiva por robo de celulares en las 3 dinámicas (general, violencia y sin violencia), se ubican en el centro y norponiente de la Ciudad de México. En las primeras dos alcaldías es posible apreciar una intensa actividad comercial, turística y de servicios, en las que se encuentran los distritos: Centro Histórico, el cual registró a este nivel una incidencia delictiva por robo de celular de 355 casos por cada 100 mil habitantes; Buenavista-Reforma, 348; Nápoles, 272; Vertiz Narvarte, 260; Portales, 217; y Del Valle, 216. Los patrones espaciales de incidencia delictiva en estos distritos son más pronunciada que en otros.

Asimismo, la alcaldía Azcapotzalco tiene también una intensa actividad comercial y de servicios, presenta además una intensa actividad industrial y de manufacturas, lo que la caracteriza como una alcaldía económicamente activa; en ella se encuentra los distritos El Rosario, el cual registra una incidencia delictiva por robo de celular de 234 casos por cada 100 mil habitantes, y la Raza, con 222.

Por otra parte, los mapas de robo de celular con y sin violencia presentan una gran diferencia espacial. Aunque en ambas se vive una incidencia del delito mayor en la zona centro y norponiente de la ciudad, el robo con violencia se expande a más alcaldías que cuando se presenta el robo sin violencia, como se observa en Iztacalco, Miguel Hidalgo, Álvaro Obregón, Iztapalapa, Coyoacán y Venustiano Carranza. En cambio, el robo sin violencia se puede apreciar más solo en tres de las alcaldías de la periferia de la ciudad: Iztacalco, Miguel Hidalgo y Venustiano Carranza.

Sin embargo, hay que tomar con cautela estos patrones porque puede haber un subregistro del verdadero problema. En zonas como la Condesa, Del Valle y Narvarte (zonas con mayor poder adquisitivo), los residentes de estos lugares podrían ejercer más presión en el proceso de denuncia, emplear diferentes medios y contactar a personas para lograr mayor impartición de justicia, mandando un mensaje de que “aquí no se permite robar”. Además, de que las denuncias son requeridas para el reembolso de los seguros que podrían adquirir las personas en estas zonas de mayor riqueza. Mientras que en las zonas más pobres donde la gente es más discriminada, las personas podrían no estar denunciando, porque saben que nadie hará caso a la denuncia.

LAS DIFERENCIAS ENTRE DINÁMICAS CONFORMAN FRONTERAS INVISIBLES QUE SON CREADAS SOCIALMENTE

ERRADICAR EL ROBO

Actualmente, el gobierno de la ciudad está impulsando una campaña contra el robo de celulares, el cual consiste en bloquear tu celular para que no pueda ser utilizado. Asimismo, ha modificado las leyes para dar más años de cárcel a los delincuentes y prohibir la venta de los celulares en los tianguis. La campaña también hace un llamado a los habitantes a no comprar celulares robados. Pero, no hay que olvidar que la desigualdad y las carencias juegan un rol importante en la permanencia sistémica de este delito: genera una dicotomía de exclusión entre clases, donde el no tener la posibilidades de consumir puede devenir en el desarrollo de actividades delictivas.

Además, es importante pensar también la problemática desde la lógica del mercado, donde el consumo de cosas robadas se da porque muchas veces las personas no tienen la posibilidad de acceder a esos artículos de una manera legítima. Para algunos, comprar un celular no es una posibilidad, ya que es una mercancía cara y comparada con un salario mínimo, el celular puede convertirse en un producto inalcanzable. Por eso, mucha gente decide mejor comprar celulares robados, ya que son mucho más baratos.

Entonces, se observa también un problema estructural: no se crean las oportunidades para que la gente del país y de la Ciudad de México obtengan un buen salario de manera digna. Y mientras no se genere eso, poco se abonará a la solución de la problemática. A todo esto, tendremos que agregar que la pertenencia de un celular se ha convertido en una necesidad social, donde al no tenerlo podrías quedar aislado del mundo.

Tasa: 122

Carpetas:44129

Ranking de alcaldías:

Tasa de robos de celulares

Robo de celulares por hora

No. de carpetas abiertas de 2015 a 2019

Robo de celulares por día

No. de carpetas abiertas de 2015 a 2019

Para algunas alcaldías los datos no son suficientes para arrojar patrones representativos

Tasa y ubicación de robo de celulares

No. de carpetas por cada 100 mil personas que habitan y llegan