Septiembre/2017

Textos: Wilant Gomari

Análisis: Daniel Gómez

Fotografía: Wilant Gomari

Arte: Alejandra Moreno

Dataviz: Daniel Gómez e Irving Morales

Edición y coordinación: Oliver Morales

“No buscamos el poder, sino cómo nos vamos a organizar para detener tanta muerte y destrucción”, aclara la vocera indígena del Concejo Indígena de Gobierno (CIG), María de Jesús Patricio Martínez, siempre que le preguntan cuáles son los objetivos de participar en las elecciones presidenciales de 2018.

Cabe mencionar que el CIG lo integran hombres y mujeres indígenas representantes comunales (más de 130 hasta el momento) de 58 pueblos originarios de México. Entre sus funciones es guiar y acompañar en este proceso organizativo a su vocera “Marichuy” (como le dicen de cariño), y a quién han elegido ser la voz colectiva.

“Habíamos pensado que no era necesario participar en las elecciones, estuvimos en contra, y seguimos en contra, solamente que después de 20 años de caminar juntos en el Congreso Nacional Indígena (CNI), hemos visto que los problemas se han agravado, más muertos, desaparecidos, encarcelados, más despojo y entonces pensamos: ¿qué vamos hacer?... tenemos que hacer algo, sino nos van a acabar” expresó Marichuy al programa Cruce de Palabras que conduce el periodista Luis Hernández Navarro.

“Pensamos que debemos salir y plantear al país nuestra intención, si ellos nos dicen que estamos equivocados, adelante nos quedamos quietos, pero si ven igual que nosotros los mismos problemas que estamos viviendo. Entonces, juntos tenemos que buscar una alternativa”

Es a partir de esa alternativa y del responderse: ¿qué vamos hacer?, que los pueblos originarios decidieron participar en el próximo proceso electoral. No para ganar la presidencia, sino para organizarse; no sólo desde sus pueblos -que ya desde muchos años lo han venido haciendo-, sino en conjunto con sus hermanos y hermanas de otras comunidades y de la ciudad. No para hacer campaña -como acostumbra la política tradicional-, sino para construir otra forma de gobernarse, donde el pueblo mande y el gobierno obedezca; de denunciar y evitar la destrucción, venta, y descomposición del país. Tampoco tratan de buscar los votos, sino dar mate a los malos gobiernos, como se relata en el cuento de “EL OTRO JUGADOR”, este es el cuento:

Un grupo de jugadores se encuentra enfrascado en un importante juego de ajedrez de alta escuela. Un indígena se acerca, observa y pregunta que qué es lo que están jugando. Nadie le responde. El indígena se acerca al tablero y contempla la posición de las piezas, el rostro serio y ceñudo de los jugadores, la actitud expectante de quienes los rodean. Repite su pregunta. Alguno de los jugadores se toma la molestia de responder: "Es algo que no podrías entender, es un juego para gente importante y sabia". El indígena guarda silencio y continúa observando el tablero y los movimientos de los contrincantes. Después de un tiempo, aventura otra pregunta "¿Y para qué juegan si ya saben quién va a ganar?". El mismo jugador que le respondió antes le dice: "Nunca entenderás, esto es para especialistas, está fuera de tu alcance intelectual". El indígena no dice nada. Sigue mirando y se va. Al poco tiempo regresa trayendo algo consigo. Sin decir más se acerca a la mesa de juego y pone en medio del tablero una bota vieja y llena de lodo. Los jugadores se desconciertan y lo miran con enojo. El indígena sonríe maliciosamente mientras pregunta: "¿Jaque?".

Vemos pues que la propuesta del CNI lo que menos importa es el discurso electoral, más bien es una propuesta política, social y anticapitalista. ¿Por qué?

Política, porque se desconoce la relación cotidiana con el gobierno. En este sentido, lo que se busca es la construcción de otra forma de gobierno y hacerse responsable de él.

Social, porque se pretende tejer redes comunitarias y nuevas relaciones sociales, y a través de ellas generar procesos de auto organización para resolver las problemáticas y necesidades comunes. No serviría de nada ganar la presidencia si se carece de todo esto.

Anticapitalista, porque se denuncia el despojo y la destrucción de los territorios que las corporaciones transnacionales -con apoyo de algunos gobiernos- han ocasionado y que con la auto organización se busca desmontarlo.

¿Por qué se tiene una estrategia electoral?

Para entender, repasemos un poco la historia. El primero de enero de 1994 el gobierno mexicano del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari celebraba la entrada de México a la era de la modernidad con el Tratado de Libre Comercio. El surgimiento del EZLN revocó estos pronósticos. De pronto México dejó de ser ese país modelo; la pobreza y la desigualdad reinaban en muchos de sus territorios. Nuestro pasado indígena se le vino encima. Y los desterrados, los sin rostro, le arruinaron la fiesta.

Ahora, lo que está sucediendo es que los pueblos originarios están nuevamente arruinando la fiesta, y no sólo eso, han emprendido juntos y pacíficamente una lucha por la vida.

El proceso Electoral

Si el CIG va usar la plataforma del proceso electoral, deberá estar sujeto a ciertas reglas. Primero, deberá registrar a Marichuy como candidata independiente ante el Instituto Nacional Electoral (INE) y para ello necesitará el apoyo de quienes creen y abrazan la propuesta, y que además están dispuesto a organizarse para construir otra forma de gobernarse.

Los aspirantes a candidatos independientes para la Presidencia de la República deberán recabar el apoyo de 864 mil 536 ciudadanas o ciudadanos

Según la "Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales", para registrar a un candidato o candidata independiente se necesita el consenso del 1% de los votantes de la lista nominal a nivel nacional y que equivale a las 864, 536 firmas de acuerdo al corte del día 11 de agosto.

Por ley estas firmas deberán juntarse por lo menos en 17 estados y que al igual que el porcentaje nacional deberán corresponder cuando menos al 1% de la lista nominal estatal.

A continuación, se muestra un mapa del total de firmas que se necesita para registrar a la vocera María de Jesús. Las 18 entidades que mapeamos son algunos de los estados donde se tiene presencia de los pueblos del CNI y organizaciones adherentes y no adherentes a la sexta declaración de la selva lacandona. Si el CNI quisiera reunir estas 864 mil 536 firmas sólo en estos estados, necesitaría el 1.52% de la lista nominal de cada uno de ellos.

El tamaño de los círculos es proporcional al número de firmas que se necesita en cada estado y está asociado a la población registrada en la lista nominal. Los círculos grises corresponden al 1% y el círculo rojo al 1.52% de esta lista.

Firmas requeridas para registrar ante el INE a la vocera del CNI

Las firmas tendrán que juntarse entre el 10 de octubre de 2017 -día en que a la vocera Marichuy se le hace entrega oficial de la constancia de aspirante- y el 6 de febrero de 2018. La forma en que se realizará, será, al parecer, a través una aplicación que funciona únicamente en teléfonos tipo Smartphone, con internet y sistemas operativos Android 5 y IOS 8 o superior. Sin embargo, esta medida no toma en cuenta a las poblaciones que carecen de estos tipos de aparatos o tecnologías.

El siguiente paso es la solicitud del registro entre los días 8 y 11 marzo, y dos días después el INE da a conocer si se logra o no la candidatura independiente.

Actualmente se están realizando diversas actividades a nivel nacional en solidaridad al CIG y su propuesta. También se están construyendo redes apoyo para caminar junto a ellos y ellas. Se puede ver a trabajadores, estudiantes, profesores, campesinos sumarse a estas redes de apoyo. Por ejemplo, en la Ciudad de México se tiene La Red Universitaria de Apoyo al CIG y en el Estado de México La Red de Apoyo al CIG / ORIENTE Edo Mex. Estas son algunas entre las diversas redes que se están conformando y que acogen la propuesta. Pero, todavía faltan más.

Pero, ¿cuándo surge esto de la propuesta?

“Fue en Tlalixco, Puebla (entre el 9 y 14 de octubre de 2016), ahí se celebró el 20 aniversario del CNI y nuestro V Congreso", comentó el compañero Chucho, delegado de la comunidad nahua de San Pedro, Tlanixco, en su participación "El Espejo de los Pueblos", realizado el día 22 de abril de 2017 en la Ciudad de México.

Recordemos que el CNI es el espacio de los pueblos indígenas de México, no es una organización, sino una casa donde se llega y se comparte la palabra, los problemas y las luchas. Quienes participan escuchan todas estas palabras, la discuten, la reflexionan y la llevan de vuelta a sus comunidades. Ya en la comunidad se analiza y se decide si se va a tomar algún acuerdo

“Pensamos que se iban hacer las mesas de trabajo como de costumbre, pero fue diferente. Las reuniones anteriores habían sido quejarnos entre nosotros mismos sobre nuestra situación; más despojos, más represión, más muertes, y muchos dolores que padecen nuestros pueblos. No entendíamos la propuesta que las compañeras y los compañeros del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) nos estaban proponiendo, la de conformar un Concejo Indígena de Gobierno y el de nombrar a una vocera, quien que participaría en las elecciones de 2018. Algunos molestos decían no va por ahí la cosa, pero decidimos concentrarnos e investigar la que ellos proponían”, siguió explicando el compañero nahua de Tlalixco.

“Se llegó al acuerdo de que la propuesta de la vocera (“candidata”) era materializar nuestra voz, la de mostrar y señalar los atropellos que cometen los de arriba, la destrucción y el despojo que hacen a nuestros pueblos, la voz que no calla, la que confronta la realidad, la voz rebelde, la de los olvidados"

Cabe aclarar que quien tendría que participar en las próximas elecciones debía ser el CIG completo, pero como no se puede registrar todo un grupo sino solo una persona se decidió nombrar a una vocera.

"También se acordó que el Concejo Indígena será representado por una delegada y un delegado, elegidos por cada una de nuestras comunidades, quienes se encargaran de recabar y comunicar a nuestra vocera toda la información y acontecimientos de nuestros pueblos”.

"Además, se puso en la mesa la importancia de organizarnos para detener esta destrucción, fortalecernos en nuestras luchas, en la defensa de la vida de cada persona, familia, colectivo, comunidad o barrio, y de esta manera construir la paz y la justicia en todo el territorio nacional”, puntualizó finalmente.

Constitución del Concejo Indígena de Gobierno y nombramiento de la vocera

En los días 26, 27 y 28 de mayo de 2017 se llevó a cabo el reencuentro de los pueblos indígenas de México. Unidos por un mismo propósito, construir una casa para todos. De distintos pueblos y ciudades, hombres, mujeres, niños comenzaron arribar a la Universidad de la Tierra (CIDECI), en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. A pesar de que la mayoría venían de muy lejos, no se les miraba cansado. Al contrario, tenían una mirada firme y alegre. Habían llegado para ser escuchados, para retemblar su centro la tierra y construir una nueva nación.

Uno de los compañeros allí presentes expresó "Sí, una celebración es lo que se está viviendo en el CIDECI". Y otro más añadió "Somos hombres y mujeres del maíz, y como tal somos de diversos colores. A la madre tierra debemos lo que somos y por lo tanto debemos cuidarla". Estas fueron palabras que se me quedaron grabadas y me mostraron la esperanza por ver una nación diferente y el inicio de un largo y noble camino.

Fue en el último día cuando se constituyó el Concejo Indígena de Gobierno con 71 concejales, hombres y mujeres elegidos por sus pueblos y comunidades. Ese mismo día tenían la tarea de dar a conocer el nombre de su vocera y posible candidata independiente a las elecciones presidenciales de 2018. Ellas y ellos eligieron a María de Jesús Patricio Martínez como portadora de la voz de los pueblos originarios de México, una mujer indígena nahua, originaria de Tuxpán, Jalisco.

Fuente de los datos: Padrón Electoral, INE, julio 2017.