Septiembre/2017

Textos: Susana Orozco-Zavala

Análisis: Daniel Gómez

Arte: Alejandra Moreno

Dataviz: Daniel Gómez

Edición y coordinación: Oliver Morales

Dicen que el tiempo lo cura todo, pero no es cierto. El tiempo, nunca podrá sanar las heridas de los niños lesionados y de los padres que quedaron en duelo perpetuo después del incendio en la Guardería ABC en Hermosillo, Sonora.

Lo único que ha hecho el tiempo, en este caso, es evidenciar que el siniestro en ABC no fue un lamentable accidente, sino un cúmulo de negligencias en las que incurrieron autoridades federales y locales.

Perdieron la vida 49 pequeños y más de 75 resultaron lesionados. El saldo de víctimas de esa tragedia aún estremece, indigna y duele. En memoria de esos niños, México se obliga a no olvidar y ese fatal 5 de junio de 2009 se declaró oficialmente día de luto nacional.

La fatalidad no fue la culpable de la tragedia ABC porque las condiciones que propiciaron ese incendio eran totalmente evitables. Y a ocho años, no hay culpables en la cárcel, no hay justicia para los padres y el cuidado de los niños no están totalmente garantizados en las estancias infantiles.

Lo sucedido con los pequeños de ABC, nunca debe volver a ocurrir y el cuidado de los infantes debe estar asegurado no sólo en espacios, sino que éstos sean atendidos en las mejores condiciones, con los recursos necesarios y con personal altamente calificado.

Cuando la custodia de los niños esté a cargo de las estancias, debemos supervisar periódicamente que los programas no sólo hagan su trabajo, sino que lo hagan muy bien. Pero además de las guarderías ¿En quién o quiénes se recarga la tarea del cuidado de los pequeños?

La Data echó una mirada a las encuestas del INEGI sobre esta materia; vea lo que encontramos.

El origen de las guarderías

Las instituciones de asistencia infantil en México se fundaron en el siglo XIX. De los más importantes fueron la Casa de Asilo de la Infancia establecido en 1865 y más tarde El Asilo San Carlos, ambos fundados por la Emperatriz Carlota de Habsburgo, que proporcionaba cuidados temporales de alimentación y educación a los hijos de las madres trabajadoras.

En 1887, Carmen Romero Rubio de Díaz, esposa del General Porfirio Díaz, fundó la Casa Amiga de la Obrera y posteriormente, otras primeras damas inauguran otras haciéndolo una tradición.

Mujeres al mercado laboral

Actualmente, el 47% de las mujeres están incorporadas a la vida laboral, según información del Banco Interamericanos de Desarrollo (2014). Las que tienen hijos pequeños, hasta los 5 años con 11 meses, deben confiar el cuidado de sus pequeños a una estancia infantil.

Las guarderías del país básicamente son de tres tipos: de acceso restringido a trabajadores derechohabientes -como las del IMSS, ISSSTE o de empresas privadas-; por parte del DIF, alguna delegación política u organización no gubernamental, dirigidas a población más desprotegida económicamente; y las particulares o privadas, con fines de lucro.

Madres y padres trabajadores, cuentan con oferta de guarderías públicas y privadas, aunque no siempre se pueden tener acceso los mejores servicios, ya que el acceso responde a sus ingresos o prestaciones.

Para los hogares en condiciones de vulnerabilidad, donde ambos padres se ven en la necesidad de incorporarse a actividades económicas, pero que sus ingresos son bajos, la Ley de Desarrollo Social prevé que: “aquellos núcleos de población y personas que por diferentes factores o la combinación de ellos, enfrentan situaciones de riesgo o discriminación que les impiden alcanzar mejores niveles de vida y, por lo tanto, requieren de la atención e inversión del Gobierno para lograr su bienestar”.

Desde la administración de Felipe Calderón Hinojosa, se creó el Programa de Guarderías y Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras (PGEI), que apoya hogares con al menos un menor de entre 1 y hasta antes de cumplir los 4 años para guarderías, o entre 1 y hasta antes de cumplir los 6 años para guardería y jardín de niños.

Esto aplica también para los infantes que tienen alguna discapacidad y que dependen solo de madres o padres solteros; tutores que trabajan, buscan empleo o estudian y cuyo ingreso per cápita por hogar no rebasa la Línea de Bienestar (LB) que declaran que no tienen acceso a servicios de cuidado y atención infantil a través de instituciones públicas de seguridad social u otros medios.

A mayo de 2017, el Programa cuenta con 9,119 estancias infantiles, siendo el Estado de México y Veracruz las entidades que tienen el mayor número con 1,178 y 580 respectivamente.

Además de las estancias infantiles, las madres trabajadoras delegan el cuidado a sus hijos a las abuelas, familiares, padre y otras prefieren llevarlo al trabajo con ellas.

¡Para eso está la abuela!

El contacto abuelos-nietos es muy positivo. Los adultos mayores aportan valores como confianza, afecto y fortaleza a los pequeños. La relación entre ellos debe favorecerse, pero de ninguna forma debe delegarse su educación y formación totalmente a los abuelos.

En 2013, la Encuesta Nacional de Empleo y Seguridad Social (ENESS), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reveló que sólo el 9% de las madres trabajadoras dejan en guarderías públicas o privadas el cuidado de sus hijos menores.

Por otro lado, un 30% de las madres dijo que los llevaba al trabajo, un 15% más los dejaba en la escuela.

En un porcentaje mayor, con 31% de las encuestadas manifestaron que la persona que se encargaba de los cuidados de los niños en casa era la abuela, el 13% dijo que con algún otro familiar y con tan sólo el 4% con el padre.

Síndrome de la abuela esclava

Ser abuela cuidadora de los nietos parece ser una obligación implícita, esta labor se delega en mayor medida en las abuelas maternas.

La mayoría se presta a esta encomienda para apoyar a la familia y porque se considera en automático que es la mejor opción para sustituir los cuidados de la madre.

Es frecuente, que los abuelos se quejen de la “sobrecarga” que depositan en ellos los padres de los pequeños, con una extenuante jornada cuidando a los nietos desde su alimentación y hasta la sustitución de los responsabilidades escolares y extra escolares.

Es deseable que los abuelos tomen el cuidado de los nietos para resolver asuntos extraordinarios de los padres, pero no pueden sustituir la crianza. Y menos, si las extenuantes jornadas no son gratificadas.

Con respecto a la remuneración de los cuidadores, la ENESS reveló que el 31% de las encuestadas delega el cuidado de sus hijos a las abuelas. De éstas, el 90% dijo que no remunera económicamente por el cuidado de los menores.

El 5% restante, aseguró que la paga a la abuela es de 499 pesos mensuales y el 5% restante va desde los 500 pesos hasta 2 mil 499 pesos máximo.

Impacto de horarios extendidos

Cuando un adulto padece estrés, lo recomendable es alejarlo de la fuente que le produce ansiedad o, en su defecto, buscar herramientas para atajarlo.

Como los pequeños no cuentan con herramientas para combatir el estrés, sólo les queda quejarse y lo manifiestan irritandos o llorando, buscan llamar la atención de alguien que se apiade de ellos.

Un niño no debe estresarse. Y lo que más inquieta a un menor es estar separado de sus padres. Permanecer muchas horas en una guardería, puede incrementar los niveles de ansiedad en los menores.

Otro factor recurrente en la estancias, es el contagio de enfermedades, donde hay muchos niños los padecimientos se propagan rápidamente, esto se debe a que los infantes tienen sistemas inmunitarios muy inmaduros.

Corren el doble de riesgo de adquirir enfermedades que aquellos que están en el hogar, - esto según el Cuarderno No. 24 de Salud Pública de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Pasar más de ocho horas en una guardería, para cualquier pequeño es demasiado. Porque los primeros años de vida son fundamentales para su vida emocial, es el tiempo en el que se crean lazos íntimos de afecto y confianza.

Para los padres que dejan a sus hijos en una guardería por tantas horas, no es porque así lo decidan sino porque seguramente no tienen de otra y deben privilegiar la seguridad del niño antes que todo.

Los resultados que arrojó la encuesta ENESS-INEGI 2013 con respecto al tiempo que pasan los niños en guarderías, o cuidados por su abuela u otros familiares indica que el 55.5 % de las madres dejan a sus hijos más de 8 horas al día.

Desconfianza en las guarderías

Casos de maltrato infantil, dopaje y descuido por parte de niñeras o cuidadoras en guarderías, se han hecho noticias cotidianas. En situaciones extremas, niños que han sido torturados o violentados sexualmente.

Las guarderías no están obligadas a tener cámaras de vigilancia, no por lo menos para las públicas o subrogadas.

Los servicios privados, son los que ofrecen esta posibilidad, como un plus para garantizar a los padres el buen trato que reciben los infantes, ellos mediante una contraseña pueden supervisar a sus pequeños remotamente.

Debido a los casos suscitados, en escuelas dependientes de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en 2014, se publicó la Recomendación General No. 21, emitida por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) sobre la prevención, atención y sanción de caso de violencia sexual en contra de las niñas y los niños en centros educativos.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos emitió la Recomendación 03/2016, al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), por los hechos ocurridos en una guardería del instituto en la Ciudad de México en 2012, donde dos niñas y un niño fueron abusados sexualmente.

En este rubro los resultados de la ENESS 2013 indicaron que el 30 % de las madres encuestadas dijo que no utilizan los servicios de guarderías, porque no los necesitan.

El 15.8 % manifestó que no cuentan con el dinero para pagar los servicios y un 15.5% dijo no confiar en las guarderías.

Sobre este último dato, cabe resaltar que el porcentaje de madres que no confían en los cuidados de las guarderías, se elevó del 12.6% a 15.8% de 2009 a 2013.

¿Qué aprendimos de ABC?

Entre las acusaciones hechas a los dueños de la estancia, eran precisamente el sobrecupo de infantes, las instalaciones inadecuadas al interior y las condiciones de seguridad en la periferia. En la Guardería ABC había una matrícula de casi 220 niños, aunque originalmente la capacidad era para 180 menores.

Especialistas en cuidado infantil indican que lo ideal es que los pequeños estén al cuidado del núcleo familiar, concretamente de sus padres. Pero las necesidades económicas de muchas familias no lo permiten, vemos que los niños pasan muchas horas con otro tipo de cuidadores. Y una de las razones primordiales es que no confían en las estancias.

Los padres de la ABC confiaron en esta estancia para el cuidado de sus hijos, con consecuencias fatales y después de la tragedia emprendieron un movimiento para ejercer presión ante las autoridades.

Gracias a su iniciativa en 2011, se aprobó y promulgó la Ley General de Prestación de Servicios para la Atención, Cuidado y Desarrollo Integral Infantil conocida como "Ley 5 de Junio", mejorando la condición de los infantes en las guarderías.

Sin embargo, más de una decena de entidades no han homologado sus leyes para atender con los estandares necesarios a la niñez, otras más no cumplen con el piso mínimo. Cuánto tiempo más nos hemos de preguntar... Y a los niños, ¿quién los cuida?

Fuente de los datos: Encuesta Nacional de Empleo y Seguridad Social. INEGI, versión 2009 y 2013.