Agosto/2017

Texto: Gisela Martínez @giseleando

Análisis: Wilant Gomari

Arte: Ale Moreno

Dataviz: Ale Moreno, Wilant Gomari

Edición y coordinación: Oliver Morales

No hay plazo que no se cumpla y el de la legalización de la marihuana, ya inició. Después de poner el tema sobre la mesa, las discusiones pasaron de la indignación, por el sólo hecho de sugerirlo, hasta el planteamiento que recomendaba la urgencia inmediata de legalizarla como medida para contener la ola de violencia que se desató por el combate al narcotráfico.

El pasado 28 de abril el Congreso mexicano aprobó el uso de productos derivados de la marihuana para fines medicinales. Con 374 votos a favor, 7 en contra y 11 abstenciones, México se une a Colombia, Chile y Argentina; países que han legalizado parcialmente este cultivo en el continente, aunque aún permanecen lejos de la apertura que ha tenido el Uruguay.

El paquete de modificaciones aprobado por el poder legislativo mexicano contiene reformas y adiciones a artículos de la “Ley General de Salud” y al “Código Penal Federal” con el objetivo de que la investigación, producción, comercialización –lo que incluye importación y exportación- de productos derivados de la marihuana para fines médicos, sean legales.

Sin embargo, para realizar estas actividades, y de acuerdo al artículo 290 de la “Ley General de Salud”, se requerirá de un permiso sanitario especial a cargo de la Secretaría de Salud, lo que dejaría fuera del juego a los pequeños productores, las empresas locales y las miles de familias que producen la planta de forma casera y la emplean tradicionalmente como tratamiento para aliviar dolores, así como tratar distintas enfermedades.

Según la exposición de motivos del dictamen de la reforma, la autorización de productos cannábicos con fines medicinales y científicos tiene como objetivo acercar a los pacientes a tratamientos alternativos, pero no es posible dejar de lado que esto, también constituye un nicho de mercado y al parecer las multinacionales han sabido aprovechar los tiempos.

¿Marihuana mexicana?

La reforma aprobada el 28 de abril, plantea darle importancia especial a los temas de investigación y producción nacional; sin embargo, todas las empresas nacionales entrarán tarde al mercado, puesto que desde febrero 2016 la empresa “HempMeds México” cuenta con permisos para importación de productos a base de cannibidiol (CBD).

Hempmeds México, S.A. de C.V. es filial de la empresa estadounidense “Medical Marijuana, Inc.” con sede en Poway, California –corporativo que a su vez pertenece a la compañía “General Hemp, LLC” dedicado a la venta, comercialización y distribución de productos a base de cannibidiol- empresa que registra operaciones en Brasil, Paraguay, Chile, Argentina y México.

En Estados Unidos la diversificación de sus negocios comprende un portafolio dedicado a soluciones empresariales para la comercialización de productos cannábicos.

Mientras tanto HempMeds Mexico inauguró el mercado nacional con el producto RSHO-X para tratar la epilepsia en menores. Además, en febrero de este año la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) le autorizó otro permiso para tratar a una mujer con cáncer.

Por su parte, “Laboratorios Grossman, S.A.”, cuenta desde el año 2011 con registro sanitario del medicamento “Cesamet” cuyo ingrediente activo es la Nabilona, uno de los cannabinoides extraídos de la planta cannabis sativa.

Un mercado potencial

En México existe un gran número de personas que padecen alguna enfermedad que puede ser tratable con algún derivado del cannabis. Esto se traduce en posibles clientes para las farmacéuticas que se calcula, abrirían un mercado de 2 mil millones de dólares anuales, según declaraciones de un ejecutivo de Medical Marijuana.

El caso más emblemático que provocó la autorización en forma amplia de los medicamentos a base de substancias extraídas de la marihuana fue el caso de Graciela Elizondo, cuya familia emprendió una pelea en tribunales con el fin de poder importar el aceite de CBD necesario para contrarrestar las convulsiones que sufría.

Al igual que “Grace”, millones de pacientes podrían beneficiarse de este tipo de medicamentos. Con sólo sumar la población mexicana que sufre cáncer, sida, VIH, esclerosis múltiple, glaucoma, alzhéimer, epilepsia, dolor crónico, párkinson y asma, podemos estimar un mercado potencial aproximado de 60 millones 419 mil 400 mexicanos, casi el 50% del total de la población.

México dio un gran paso al momento de despenalizar el uso de la marihuana con fines médicos, pero la forma en que está diseñada la ley deja en desventaja a pequeños productores. Al parecer esta nueva medicina alternativa desplazará los remedios tradicionales.

La producción de marihuana para fines medicinales se vislumbra como una veta millonaria, veta que ya fue concesionada a grandes emporios farmacéuticos, los verdaderos ganadores de este nuevo oro verde.

Instrucciones:

Selecciona alguna de las enfermedades y verás información relacionada con la sustancia activa, los precios, síntomas que alivia y una estimación de la población que se vería beneficiada.

La gráfica principal muestra un cálculo estimado del mercado potencial de las enfermedades más comunes que cuentan con estudios médicos que avalan un tratamiento relacionado con cannabis. Las cifras de las poblaciones son aproximadas.