Agosto/2017
Texto: Wilant Gomari
Análisis: Daniel Gómez
Arte: Ale Moreno
Dataviz: Daniel Gómez, Emmanuel Landa
Edición y coordinación: Oliver Morales
Seguramente alguna vez en tu vida has visto aquella serie de retratos de la famosa estrella de Hollywood, Marilyn Monroe; serigrafiados sin lujo de detalle en colores muy brillantes. A los Ocho Elvis o a alguna de las 32 latas de sopa Campbell's que rompieron la idea de lo que podía ser o no ser arte. Pues bien, si no las recuerdas o no los conoces, esta es tu oportunidad.
Resulta que las obras de Andy Warhol, padre del Arte Pop, han llegado a México y estarán expuestas en el museo Jumex de la Ciudad de México del 2 de junio al 17 de septiembre de este año, bajo el título Andy Warhol. Estrella oscura.
El Arte Pop es un movimiento artístico que surge en los años 50 enfocado en retratar a la sociedad americana del momento: productos de consumo, famosos y famosas del cine, libros de comics, la moda, anuncios publicitarios y objetos de la vida cotidiana. Un movimiento en contraposición al arte de la época, que sólo las personas adineradas podían apreciar y obtener.
Se trata de una exposición que "busca visibilizar el lado oscuro de la cultura del consumo y de los medios de comunicación", como ha señalado el curador Douglas Fogle, del Hammer Museum de Los Ángeles, quién estuvo a cargo de la exposición.
La exhibición consta de más de cien pinturas que abordan diversos temas y técnicas desarrolladas por Warhol; desde pinturas de artículos de consumo, secuencias serigráficas, fotografías y fragmentos de sus cortometrajes.
Entonces, si tu curiosidad gana y decides emprender la travesía -además de una espera de dos a tres horas- te encontrarás con piezas que marcaron un punto de ruptura en la historia del arte. Obras que ahora están valuadas en millones de dólares.
Cabe señalar que la historia de Andy Warhol comienza como la de millones de familias de inmigrantes, persiguiendo el sueño que muchas personas han anhelado durante las últimas décadas, una tierra de abundancia y de oportunidades.
Hijo de obreros inmigrantes provenientes de Eslovaquia, Andrew Warhola -nombre real de Andy Warhol-, nació el 6 de agosto de 1928 en la ciudad de Pittsburgh. Su interés por las actividades artísticas surge desde muy temprana edad, gracias a que su madre le inculca la pasión por el dibujo.
Durante su niñez y adolescencia asistió a clases gratuitas de dibujo y pintura en la escuela de Bellas Artes del museo de Carnegie. Joseph Fitzpatrick, su profesor, insistía a sus alumnos en la importancia de observar la realidad que los rodeaba; esta advertencia fue un rasgo característico en toda su creación artística.
El cine de Hollywood, en los cuarenta, despertó en Warhol el deseo de fama dentro del mundo de la farándula, en esta época es influenciado por los medios de comunicación, se convierte en voraz lector de revistas de arte y moda y en un fanático de las noticias sensacionalistas.
Durante su estancia en el programa universitario de arte en el Instituto de Tecnología de Carnegie de Pittsburgh en 1945, aprende las herramientas del diseño artístico y comercial. Desarrolla la técnica de línea manchada e inicia parte de su carrera artística y profesional.
Siendo aún universitario, su talento impresionó desde sus primeros dibujos. Algunos de ellos fueron seleccionados como los mejores trabajos de su generación y con los que montó su primera exposición como artista.
En los almacenes Joseph Horne, consigue su primer empleo y es el sitio donde converge con la comunidad gay del lugar y con personalidades de clase alta. Este ambiente le ayuda a construir su propia identidad, asumirse como homosexual y aspirar a un estilo de vida de lujos.
Después de graduarse a finales de 1949 decide trasladarse a la ciudad de New York para probar suerte como publicista, un lugar ideal para buscar la fama, el dinero y el reconocimiento artístico.
Cabe señalar que la evolución de su técnica a lo largo de su carrera fue marcada por las influencias de la época, sus inspiraciones parecían provenir de cualquier parte del mundo que lo rodeaba. Por eso, a partir de una base de datos de algunas de las obras de Andy Warhol, proporcionada por la Galería Nacional de arte británico y arte moderno en Inglaterra, analizamos como fue evolucionando su obra bajo un enfoque primordial para todos los artistas: el uso del color.
Esta gráfica muestra como Andy Warhol cambió el uso del color de acuerdo a las influencias de la época que lo rodeaban. Cada cuadro representa el color más usado en cada una de las 212 obras que se analizaron.
En un comienzo Warhol recorre todas las oficinas de revistas de modas de New York con diversos dibujos en mano. Todo mundo queda maravillado de forma instantánea por su estilo y talento. Seduce a las editoras más exitosas del momento, como la de Vogue, Harper’s Bazaar, y Glamour. Esta última le encarga la producción de una serie de dibujos para una serie de artículos sobre el tema ¿qué es el éxito?
El acceso a estas revistas le permite entrar en contacto con las tendencias más innovadoras del diseño gráfico comercial del momento. Gracias a los aprendizajes de la universidad no tiene ningún problema en mezclar el mundo artístico con el mundo comercial. Al contrario, sabe sacarle provecho.
Warhol ha causado tal sensación que rápidamente empiezan a lloverle contratos publicitarios. Las tiendas más elegantes y más importantes de New York también solicitan de sus servicios para darle un estilo innovador a sus anuncios. Es estos años elimina la última letra de su apellido Warhola y comienza a firmar sus trabajos como Andy Warhol.
Aunque vive en una época donde la tendencia del momento es el expresionismo abstracto donde figuraban artistas como Jackson Pollock o Willem de Kooning, no se siente atraído por dicha corriente, él quiere seguir desarrollando de forma artística dibujos con contenido comercial.
También son tiempos donde su imagen personal está tomando cambios interesantes. Los problemas de calvicie le exigen cambiar de look, por lo que decide usar un peluquín blanco y convertirse en el Andy Warhol que la gente va a reconocer hasta su muerte.
Para 1956 presenta una de sus más importante exposiciones Locas zapatillas doradas. Una serie de grandes dibujos de zapatos pintados con la técnica de línea manchada asociados a nombres de estrellas de Hollywood.
Warhol reconoce el impacto mediático que estos nombres causan en la sociedad y entiende la importancia del uso de los medios de comunicación y la publicidad. Como conocedor comercial sabe también que debe ser entendido no sólo como un gran artista, sino como una marca, una empresa, cuyo logotipo es él mismo.
A finales de los sesentas decide experimentar nuevas cosas. Gracias a su creciente fortuna como publicista se permite realizar su propio trabajo y rechazar encargos publicitarios. Andy Warhol se atreve a pintar.
La década de los 60 es para Warhol una época donde cualquier cosa puede ser arte no importa la forma o el tema. Es un principio esencial y en lo que se apoya para crear sus primeras pinturas de arte Pop.
Para 1962 sus pinturas de las latas de Campbell son calificadas como la mona lisa de la edad moderna. Warhol comprende que el arte pop es arte actual, el arte del presente.
James Warhola, sobrino de Warhol nos cuenta de sus vivencias de esa época, de sus visitas a la casa de su tío cuando era niño:
“Recuerdo cuando estaba pintando las primeras latas de sopa, haciendo imágenes sencillas de latas de sopa, casi parecía arte publicitario, no parecía una obra de arte, pero las hacía bien, pintaba a mano todas aquellas imágenes y sabíamos que aquello requería tener mucho talento y nos encantaba mirarlo mientras lo hacía.
Andy concentraba todas sus influencias en sus pinturas, contenía todo lo que había aprendido de la época. Por ejemplo, el signo del dólar y la lata de sopa Campbell eran casi iconos de la vida cotidiana de estados unidos.
Mi madre era muy directa con mi tío, para ella nada de aquello era arte de modo que no se lo tomaba demasiado en serio y a veces le decía ¿por qué no lo tiras todo? y él siempre le contestaba que ese material era muy importante y que un día valdría mucho dinero.”
¡Tenía razón! el precio más alto jamás pagado por una pintura de Warhol es de $105.4 millones de dólares para un lienzo de 1963 titulado Silver Car Crash (Double Disaster). Un precio de referencia que sólo algunos pintores como Jackson Pollock, Pablo Picasso, Vincent van Gogh, entre otros han logrado.
En ese mismo año de 1962 descubre una técnica de impresión que le permite reproducir sus trabajos infinitamente sobre lienzo, técnica conocida como el método de la repetición o estampado serigráfico. Formas provocativas de convertir la creatividad en producción.
Con esta técnica junto con el método de la línea manchada, a partir de 1963, Warhol empieza a retratar a artistas y leyendas prominentes de la época, como Elizabeth Taylor, Jackie Kennedy, Marilyn Monroe y Elvis Presley.
Sus primeras producciones son en color negro, para luego trasladar su estilo a colores más expresivos. Estos nuevos colores representan una visión diferente a lo que la gente acostumbraba a mirar de las celebridades.
Estas nuevas pinturas proyectan a Warhol como un gran artista con un profundo y singular sentido comercial. Utiliza muy bien el ambiente y las leyendas de la época del cine dorado estadounidense para aumentar aún más su fama y creatividad artística.
A finales de esta década recibe un atentado de muerte lo que lo orilla a cambiar de perspectiva. Debido a ello, le atrae las cuestiones sobre la muerte. Desarrolla serigrafiados de noticias como el accidente aéreo que dejó 129 muertes, suicidios, los más buscados de estados unidos y entra sin cautela al tema de la silla eléctrica.
Para los años 70 Warhol ya es un artista consagrado, serán años más tranquilos, después de su atentado de muerte decide dedicarle más tiempo a la vida social, convivir con celebridades y gente importante.
Realiza retratos de amigos y algunos por encargo de personas adineradas. Pinta vehículos creando lo que conoce como art car. Organiza fiestas y asiste a clubes de moda como el Studio 54, que era el punto de reunión de la gente famosa y poderosa de aquella época.
Es también una etapa donde le interesa el tema de los accidentes, comercializados frenéticamente por los medios de comunicación. También se siente atraído por las figuras públicas como el presidente de China, Mao, realiza cientos de pinturas de él en diversos tamaños y configuraciones. Sigue produciendo más retratos, ahora de atletas famosos como Muhammad Ali, Pelé, entre algunos. Lleva una vida underground e incursiona en el cine experimental.
Los años 80 es la última etapa de vida de Warhol. Comienza a fotografiar los estereotipos de su américa adorada y publica su libro titulado “AMÉRICA”, un libro con fotografías en blanco y negro, y reflexiones que hablan acerca del amor, la muerte, el desempleo, la inmigración, las personas sin techo, los altos precios de alquileres y el modo que se trabaja para pagarlos, entre otras cosas.
Sigue desarrollando retratos como el de los Beatles, Joseph Beuys, portadas de Mick Jagger, Halston, series de pistolas, cadáveres y basureros. Y para el último año de que le queda vida realizará lo que serán sus últimos autorretratos.
Muere el 22 de febrero de 1987 en la ciudad de New York. Se recuperaba de una operación de vesícula cuando de manera repentina una arritmia lo sorprendió. Su última voluntad fue crear la Fundación de Arte Visual, para que en ella se defendiera la innovación de la expresión artística y el proceso creativo. Por fin habría un espacio donde se apoyaría el trabajo artístico experimental.
Parte de lo atractivo que caracterizó la vida de Andy Warhol es que fue un claro ejemplo del sueño americano, ya que durante el transcurso de su vida exhibe, a través de su personificación y sus obras, a un país que anhela la fama y el dinero, una vida de consumo y contradicciones.
Resulta asombroso ver cómo mucho de las obras realizadas por Warhol, siguen siendo hoy en día un reflejo de nuestra sociedad. Lo trivial y lo superficial lograron posicionarse en la categoría de lo artístico, por lo que Warhol pensaba:
“Lo que es genial de este país, es que Estados Unidos ha iniciado una tradición en la que los consumidores más ricos compran esencialmente las mismas cosas que los más pobres. Puedes estar viendo la tele, ver un anuncio de Coca-Cola y sabes que el Presidente bebe Coca-Cola, Liz Taylor bebe Coca-Cola y piensas que tú también puedes beber Coca-Cola. Una cola es una cola, y ningún dinero del mundo puede hacer que encuentres una cola mejor que la que está bebiéndose el mendigo de la esquina. Todas las colas son la misma y todas las colas son buenas. Liz Taylor lo sabe, el Presidente lo sabe, el mendigo lo sabe, y tú lo sabes”.
